Fármaco antifúngico derivado del benzinidazol descubierto en 1958 para uso tópico.[1] Actúa de forma similar al resto de imidazoles interfiriendo la síntesis de ergosterol a nivel de membrana fúngica. En la actualidad no se comercializa en muchos países, habiendo sido superado en su eficacia por numerosos derivados del imidazol.